En todas las religiones mundiales hay profecías sobre el futuro, sobre una luz de amor que se revelará cuando los hombres tengan madurez para recibir toda la verdad que los guiará al reino del amor.
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Cristianismo«Aún tengo otras muchas cosas que deciros, mas ahora no podéis comprenderlas. Pero cuando él venga, el Espíritu de Verdad, os guiará hacia la verdad completa». (Jn 16, 12-13). |
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BudismoBuda Maitreya (el Buda del futuro) es la promesa de una futura renovación de la enseñanza del Dharma. Una renovación dirigida a quienes pueden acogerla y comprenderla. |
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IslamEl triunfo del Islam (paz y armonía) en relación con la llegada del «espíritu de verdad» en los últimos días del juicio. |
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HinduismoEn la época actual (Kali-yuga) culmina la injusticia y, finalmente, eclipsa totalmente al dharma. Pero en ese momento aparece la ayuda divina para que los hombres puedan volver a estar, de nuevo, en armonía con la vida y tomar conciencia de la eternidad, la verdad y el amor, que se denomina «Satya-yuga». |
Cristianismo
Según Cristo, no debíamos esperar a un hombre (que está en el desierto o está en la casa), sino una luz espiritual que, al igual que el Sol, brillará de este a oeste. A esta luz la llama «El Revelador de la Verdad, el Espíritu Santo» (Jn 14, 25-26). «Espíritu» significa conciencia/pensamientos, pensamientos «santos» son los más altos pensamientos sobre Dios y la eternidad en forma del «Revelador de la verdad», unas palabras que los judíos usan para el rollo con sus escrituras sagradas. En el Apocalipsis de S. Juan, cap. 20, se menciona la apertura de «El Libro de la Vida». Después se describe que «el infierno y la muerte fueron lanzados al estanque de fuego», y en el cap. 21 se describe un «nuevo cielo y una nueva Tierra». ¿Qué significa todo esto? ¿Pueden las palabras sobre «un nuevo cielo» simbolizar una nueva imagen del universo, una perspectiva eterna sobre la vida que revela la muerte como una ilusión, o sea, que elimina la muerte? Con una nueva perspectiva sobre la vida, el mundo se muestra como nuevo, ¿una nueva Tierra?
Budismo
En el Budismo, se trata de una renovación de la enseñanza del Dharma (la más alta verdad/enseñanza sobre la vida, el universo, la acción buena y correcta). Algunas profecías remiten esta renovación a un tiempo donde no se enseña el dharma como antes. ¿Está esto dirigido a nuestro tiempo y las consecuencias de la ocupación del Tíbet? Si las viejas profecías sobre Maitreya, «el Buda del futuro», remiten al presente, concuerdan con las profecías de que el budismo se marchita o renace después de 2500 años.
Hinduismo
También en la epopeya del Hinduismo «Mahãbhãrata», sánscrito महाभारत, se narra que Dios revelará la sabiduría cuando la injusticia reine en la Tierra (Bhagavad-Gita, cap. 4:7) En la época actual (Kali-Yuga) culmina la injusticia y, finalmente, eclipsa totalmente el dharma. Pero, precisamente, en ese momento aparece la ayuda divina (p. ej. se menciona el nombre «Kalki») para que los hombres puedan volver a estar, de nuevo, en armonía con la vida y tomar conciencia de la eternidad, la verdad y el amor, que se denomina «Satya-yuga» (época de la verdad). (The Vishnu Purana, libro 4, cap. 24 – The Agni Purana 16.10 – Srimad-Bhagavatam 12.2.37-38).
Islam
El Islam relaciona, asimismo, al Jesús de la Biblia con los acontecimientos del día del juicio final. En la Sura 61, v. 6 (o v. 7 dependiendo de la edición del Corán) se designa al Mesías como «Ahmad». En el Corán se encuentran asimismo palabras sobre libros santos en relación con estos acontecimientos: «El destino de cada hombre lo hemos sujetado a su cuello, y el día de la resurrección pondremos un libro ante él que encontrará abierto: ¡Lee tu libro! Hoy te bastas a ti mismo para llevar tu cuenta». (Sura 17, verso 14-15 o 13-14 dependiendo de la edición.Ver también la Sura 69: 18-25). «Sí, la justicia se sopesará con la precisión de un grano de mostaza». (Sura 21 v. 48 o 47).
¿Cuándo sucederá esto?
En la Biblia y en el Corán, el cumplimiento de las profecías se vincula claramente a un amplio periodo de oscuridad en la Tierra denominado «periodo del juicio final». Las muchas señales de este periodo son «Guerras y rumores de guerras […] Se armará nación contra nación y un reino contra otro reino, y habrá hambre y terremotos en varios lugares» (Mat 24, 6-9). «Entonces el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo, y se levantarán los hijos contra los padres y les quitarán la vida (Mc 13, 12). «Y por la inundación de los vicios, se enfriará la caridad de muchos» al igual que «Porque aparecerán falsos Cristos y falsos profetas, y harán grandes maravillas y prodigios» (Mat 24, El cumplimiento de las profecías: 12 y 24).
El lector debe él mismo determinar cómo estas profecías están en concordancia con las guerras mundiales, el genocidio, la anarquía, el terror, la lucha por el dinero, la hambruna, las catástrofes de la naturaleza, el rearme, la enfermedad, el sufrimiento y la oscuridad espiritual del siglo pasado y del actual.
Se profetiza, así mismo, que la luz del amor venidero debería llegar a los hombres a medida que vayan siendo receptivos para ella, cuando puedan «soportarla».
¿Es la experiencia de sufrimiento, egoísmo y materialismo lo que despierta en los hombres el anhelo espiritual y la receptividad para el amor?
Martinus enlaza las profecías sobre la luz del amor venidero con la llegada de la ciencia espiritual. En El Tercer Testamento se explica el concepto «día del juicio final» como el ajuste definitivo de cuentas con el egoísmo, las tendencias animales del hombre inacabado.
Esta enseñanza sobre el amor es, así, una mano amiga en el último trecho del camino de la evolución de animal a hombre. «El día del juicio final» tiene lugar tanto en los acontecimientos interiores como exteriores. El individuo juzga sus partes inacabadas, lo cual conduce, gradualmente, al triunfo de la sabiduría y la manera de ser del amor universal.
Estas convulsiones son, así pues, dolores de parto antes de la venida de un verdadero reino de paz, el cumplimiento de las profecías sobre el futuro reino de Dios en la Tierra.