El reino humano inacabado
– Símbolo 24
El reino de la esfinge
La situación mundial todavía se caracteriza, en alto grado, por el instinto de conservación del animal que, cuando aparece a escala colectiva, también se manifiesta como nacionalismo. Esta tendencia, heredada del reino animal, impregna las relaciones humanas a todos los niveles. En el reino animal el poder es igual al derecho. ¿No aspiran las naciones tanto al poder militar como al económico?
El símbolo muestra, en su conjunto, nuestro planeta con sus muchas naciones (las distintas figuras). Podemos compararlas con una especie de organismo que todavía no trabaja a la perfección. En cada figura vemos un círculo blanco y una flecha, los gobiernos de los países. Las flechas apuntan en diferentes direcciones.
Las estrellas de color naranja, a la izquierda y a la derecha, simbolizan el ideal de poder animal, poder es derecho. El color naranja, la energía del peso, simboliza que se trata del principio mortífero del reino animal. Esta orientación sigue siendo el factor dominante en la relación de muchas naciones con otras naciones, lo cual también está en vigor en los estados que oficialmente se consideran cristianos.
En los conflictos, las partes beligerantes usan el ideal formulado en la moral de venganza de la ley de Moisés, ojo por ojo y diente por diente. El mismo principio también se usa internamente en el sistema de justicia de las naciones.
En el tercio superior del símbolo, las flechas apuntan, en mayor o menor grado, lejos de este agresivo ideal, hacia arriba en dirección a los rayos amarillos y al blanco que, junto con la estrella blanca, simbolizan los verdaderos ideales humanos que ya empiezan a manifestarse en la forma de gobernar interior y exterior de ciertos países.
La cantidad, ubicación y distribución de las figuras no debe interpretarse literal ni geográficamente. El humanitarismo se propaga por todas partes alrededor de la Tierra.
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