El futuro reino humano perfecto
– Símbolo 26
Los estados unidos del mundo - «Un rebaño y un pastor»
Las naciones del mundo se vinculan cada vez más fuertemente y, por lo tanto, son cada vez más dependientes las unas de las otras. Comercio, economía, materias primas, comunicación, infraestructuras, y similares han evolucionado y se han adaptado a las dimensiones globales.
El desarrollo en el mundo apunta, así, claramente hacia el internacionalismo. El dilema tras los grandes acontecimientos del mundo es si se trata del interés de las naciones a costa de la comunidad internacional o de las naciones al servicio de la totalidad. Cada vez más naciones se dan cuenta de que para alcanzar una paz global, bienestar para todos los hombres de la Tierra y estabilidad política se requieren leyes y acuerdos internacionales que funcionen. Esto es, en gran manera, valedero para el extendido abuso del dinero que conlleva que, de manera totalmente legal, unos puedan enriquecerse a costa de otros.
A pesar de que las grandes posibilidades de la técnica moderna de producción son una fuente de esperanza, una gran mayoría de la población mundial vive hoy en la pobreza. El internacionalismo sigue teniendo mucha menos fuerza que el nacionalismo, es decir, el egoísmo de las naciones es todavía más fuerte. Pero el comienzo de una sociedad mundial, de la que forman parte todos los pueblos de la Tierra como iguales, ya ha nacido bajo el nombre de Naciones Unidad u ONU.
Como el altruismo es el objetivo, a cuya comprensión nos llevan las leyes eternas de la vida, el internacionalismo será, por consiguiente, la solución futura de los problemas mundiales. El nacionalismo dejará de existir. Las palabras de la Biblia sobre un rebaño y un pastor, un pueblo con un Dios y una religión verdadera se convertirán en realidad. Evolucionamos inevitablemente en dirección fuera del reino animal. Vamos camino de convertirnos en hombres perfectos. Aprendemos a través de experiencias, una vida tras otra.
Esto se muestra en el símbolo por medio del hecho de que la Tierra se ha desplazado totalmente entrando en la luz del nuevo impulso mundial, el color blanco. Las anteriores representaciones religiosas (color amarillo y naranja) desaparecen a favor del conocimiento de Dios y del posterior desarrollo de las facultades que hacen posible la creación de un reino de los cielos en materia física en la Tierra. Las naciones de la Tierra (los círculos blancos) y los gobiernos (las flechas) se convierten en regiones del estado mundial (las zonas verdes), cada cual con sus características. El sol amarillo del centro simboliza el gobierno mundial que, al principio, será dirigido por los más altos representantes de la humanidad, dentro del campo de competencia y responsabilidad de cada uno, elegidos por votación. Este gobierno estará, gradualmente, formado por individuos cósmicamente conscientes (la estrella azul).
Otros factores que pueden citarse:
• Desarme – el estado mundial no tiene, claro está, ahora ningún enemigo externo, por lo cual sólo necesita una policía mundial que mantenga la seguridad pública interna.
• Un sistema legislativo y jurídico público, no secreto, un sistema jurídico que sabe distinguir entre delito y anormalidad y que usa métodos educativos en vez de castigo y juicio.
• Abolición del dinero y la propiedad privada de los recursos de la naturaleza, implantación de recibos por el trabajo realizado en vez de dinero.
• Establecimiento de un fondo para pagar los periodos de la infancia, vejez y enfermedad.
• Las máquinas se hacen cargo del trabajo y se desarrolla el vegetarianismo, el arte y la espiritualidad.
Anteriormente el poder decidía sobre la justicia, ahora es la justicia la que determina todos los asuntos. El estado mundial será, así pues, guiado por el sentimiento intelectualizado y la inteligencia humanizada de los hombres, que es lo mismo que amor al prójimo.
© Los análisis cósmicos de Martinus están protegidos por la ley de derechos de autor. El copyright es propiedad de Martinus Åndsvidenskabelige Institut de Copenhague.