La imagen eterna del universo, el ser vivo II, la Divinidad eterna y los hijos de Dios eternos
– Símbolo 11
Dios y el hijo de Dios son uno
Este símbolo entrelaza los principios del símbolo 8, 9 y 10. Aquí aparecen como una unidad inseparable. Los tres símbolos precedentes están puestos el uno encima del otro. El universo está vivo y es idéntico a Dios. Dios y los seres vivos, los hijos de Dios, se encuentran en un diálogo eterno a través de seis zonas de existencia diferentes. La vida de los hijos de Dios está organizada como organismos dentro de organismos, como vimos en el símbolo 7.
La estrella blanca, con el conjunto de rayos que surge del centro, simboliza el yo eterno de Dios. Los muchos círculos blancos en la periferia y los rayos que surgen de ellos representan los seres vivos individuales, los hijos de Dios. Dios vive en todos y, con ello, lo une todo y a todos. El símbolo muestra que la vida existe como una conversación entre Dios y los hijos de Dios. Hablamos con Dios a través de todo en nuestro entorno.
La escena de la vida o las seis zonas de existencia están indicadas, cada una de ellas, con su color: rojo para el reino vegetal, naranja para el animal, amarillo para el verdadero reino humano, verde para el reino de la sabiduría, azul para el mundo divino y añil para el reino de la bienaventuranza. Los reinos se explican en el símbolo 13. Los hijos de Dios eternos caminan una y otra vez por estos reinos, en una espiral eternamente ascendente. Ver el símbolo 14.
En el símbolo, la Tierra está situada en el reino animal. Sigue su propio camino hacia la conciencia cósmica y da, por consiguiente, espacio de vida a la humanidad terrena que va por el mismo camino. Todos los seres vivos adquirirán, a través de varias vidas, conciencia cósmica, lo cual está indicado por la pequeña figura en forma de estrella. Este nacimiento cósmico constituye el inicio del verdadero reino humano. Es el nacimiento de este reino lo que ahora experimentamos con signos muy claros.
Este proceso estará totalmente acabado dentro de unos 3000 años. Luego, el camino eterno de la vida continúa a través de reinos espirituales que, en realidad, es un reino con varios sectores.
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